Nuestro concepto

Mesón del Vino

Es Requena una población amiga, situada a menos de una hora de la capital, llena de historia, amantes de las fiestas y del vino. Sus habitantes tienen, entre otras virtudes , la afición al buen comer, que manifiestan en el orgullo que sienten por sus platos tradicionales, variados y sabrosos, por sus Ferias de la Vendimia, o del Embutido.

Y en ese ámbito histórico , lúdico y festivo fue fundado en 1954 este restaurante mesón por el padre de Luis Serrano, D. Agustín, sirviendo los platos tradicionales de la región, recios y consistentes, a unos precios comedidos, con la gracia de la cocina sin secretos. “Una cocina que representa claramente cómo son las gentes de la región sencillas y serias” dice Luis, que se ocupa de nada falte en sala, recomendando, aconsejando, mientras saluda a unos y a otros.

Luis Serrano es un restaurador experimentado que ha sabido crear un entorno acogedor, capaz de dar satisfacción a toda su clientela, de forman mayoritaria empresarios, comerciantes, y profesionales independientes, consiguiendo que “incluso cuando está lleno, la gente es espera a un segundo turno para poder tener una mesa”, pese a contar con un comedor principal para 65 comensales y otro comedor privado para 25. El mesón, que obtuvo una justificada Medalla al Mérito Turístico hace bastantes años, a evolucionado mucho desde sus inicios en todos los campos de su actividad, si bien ha mantenido sus esencias, con rigor fiel a los orígenes, aplicando el principio del esfuerzo tangible: es ha sistematizado el método de trabajo, y se someten todos los procesos a exhaustivos controles de calidad. Ya posee la Certificación de Calidad, logro poco frecuente en este sector.

Son sus platos estrella el ajoarriero, el morteruelo, y , cómo no , el gazpacho manchego, aunque más debería llamarse gazpacho requenense, por ubicarlo más acertadamente en lo geográfico, y con la misma definición de ingredientes y elaboración, que se sirve todo el año, incluso en verano.

Así mismo, cabe reservar el cordero y el cabrito, a la brasa o al horno, asados al estilo local. Los pescados y las verduras, fresquísimos, los traen diariamente del Mercado Central de Valencia. En invierno se puede disfrutar del lomo y los embutidos (Chorizo, longaniza y morcilla) de orza, en aceite de oliva de la región, o de ese prodigioso de la sencillez de esta casa que son los rebollones con huevos fritos, trufa y piñones.

Como corresponde en estos casos, en el Mesón del Vino se sirven de vino de la D.O.P. (denominación de origen protegida) de Utiel Requena, vinos que el propio Luis Serrano recomienda, haciendo honor a la tierra. Y lo hace con gracia y acierto.

El Ambiente es el de un mesón, dicho en su verdadero y auténtico sentido. Distendido, Desde la entrada, todo es franco y natural. De buena acogida. Y el servicio, que es esmerado e inmediato, lo hace todo muy “de casa”.